Mujeres vulnerables = sociedad en riesgo.
Quizá marzo de 2018 sea recordado como un hito, un salto cualitativo para la historia y el futuro no sólo de las mujeres, sino de nuestra sociedad. Y no sólo porque el 8 de marzo dejó constancia en Bizkaia de la fuerza de un movimiento -con todos los matices que le queramos dar- que logró poner de relevancia que somos el 50% de una sociedad que nos necesita para avanzar, sino porque ya previamente la llama estaba avivada por múltiples informes sobre la brecha salarial y la necesidad de un cambio, de corresponsabilidad social, que comienza a ser urgente. El 8 de marzo hubo además una manifestación que logró aunar por encima de múltiples diferencias a mujeres que reivindicaron que este país será mejor si lo construimos entre todas y todos.
Euskadi, Bizkaia, no debe -ni puede- avanzar sin nosotras, el 50% de la población. Conscientes de la importancia de nuestro papel, muchas veces invisible, hace un año desde AED, la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia, pusimos en marcha un Observatorio junto a la Diputación de Bizkaia como elemento de reflexión para poner de manifiesto los obstáculos que impiden la plena integración de las profesionales, las directivas y las empresarias de Bizkaia en el tejido económico de nuestro territorio.
Necesitamos referentes y una mayor visibilidad para que se perciba el músculo que aportamos al tejido socioeconómico de este país, y que tan sólo en Bizkaia se traduce en 7.200 empresarias empleadoras capaces de crear 48.000 empleos y facturar más de 4.200 millones de euros, con una media anual por empresa de 620.000 euros. Son datos suficientemente importantes como para que se escuche nuestra voz.
Pero necesitamos más datos. Y nuestra misión es seguir profundizando cuantitativa y cualitativamente en esta realidad subyacente. Queremos conocer y dar a conocer la realidad de las empresas dirigidas y creadas por las mujeres en Bizkaia, las características que presentan, qué tipo de empresas son, qué riqueza aportan a la economía vasca, que riqueza social generan, etc. Para a partir de ahí, hecho el diagnóstico, avanzar con paso firme, con propuestas concretas. Iremos también abordando diferentes estudios acerca de las Directivas: sus características cualitativas y cuantitativas y sus dificultades para avanzar y posicionarse en lugares de toma de decisiones.
Pero más allá de los datos, sabemos que si conseguimos equipos heterogéneos, de mujeres y hombres en los diferentes ámbitos y espacios de decisión en Euskadi, construiremos un país no sólo más equilibrado y justo, sino también más rentable. Este es un reto no para las mujeres, sino para Bizkaia, el principal, donde seguimos arrastrando una brecha salarial que si tenemos en cuenta la pirámide poblacional y si no ponemos medidas, es probable que crezca en los próximos años. Porque las mujeres renunciamos a parte de nuestra carrera por conciliar, optamos por la media jornada o excedencias por cuidar a los de alrededor, porque seguimos eligiendo carreras vinculadas a los servicios y salud, porque solo el 5% elige por una rama de FP industrial. Hoy, como acaba de publicar un nuevo informe de vulnerabilidad en Bizkaia, la vulnerabilidad tiene rostro de mujer, una mujer con hijos, 50 años y un empleo poco cualificado, y no corregir esto es un riesgo para Bizkaia. Es un reto, como alguna vez he indicado de país. Hasta que no tomemos conciencia de que conseguir alcanzar estos retos beneficiará a Bizkaia y a Euskadi como, no avanzaremos en riqueza y en justicia social.
Carolina Pérez Toledo. Presidenta de AED