Fuente: Deusto Business School Área de interés: Empleo
1.Empezamos mirando al pasado, ¿Qué elementos, personas, momentos históricos crees que han sido fundamentales para entender la Bizkaia de hoy en día?
A.T: Sin remontarnos a los tiempos de los romanos ni a los fueros de Bizkaia, porque sería muy lejos, pero remontándonos a la industrialización, sin duda hay que hacer referencia a la minería, y con ella a las primeras industrias básicas: a la siderurgia, a los Altos Hornos de Bizkaia, y a empresas relacionadas con la actividad naval, las navieras y los puertos.
Y también, relacionado con todo ello, el primer gran proceso de inmigración hacia Bizkaia de numerosos puntos de España, que dio lugar evidentemente a numerosos desequilibrios sociales. Dato curioso, y a propósito de aquello, fue el nacimiento de UGT, primer sindicato español que nació aquí, en las Cortes, precisamente donde estaba asentada parte de la inmigración, aparte de en la margen izquierda, y es un símbolo de lo que significó aquel proceso de extracción de minas, y hierro y de la siderurgia vasca, así como el nacimiento de lo que entonces se denominaba la “burguesía”, el empresariado vasco. Todos tenemos esa foto de que unos vivían en la margen izquierda y otros en la margen derecha, por aquello que se decía de que desde ahí podían ver la puesta de sol, y desde la izquierda no.
- Trayendo la mirada al presente, ¿qué crees que es lo más relevante que está sucediendo ahora y en qué deberíamos poner nuestra atención?
A.T: Hoy tenemos una industria moderna, tenemos que seguir poniéndola en servicios avanzados, y en algo que tenemos que apreciar, que es este Bilbao limpio del que hoy gozamos, cultural, de servicios y de congresos. Esta apuesta que en su día hizo Bizkaia no sólo por la industria, hay que seguir haciéndola, también por el mundo de la cultura y del congreso, y del turismo, no de sol o de playa, sino de otra clase de personas que nos visiten y conozcan.
Sin duda hay que vincularlo al Concierto Económico, que conseguimos recuperar tras 100 años perdidos, que nos ha permitido a los vascos ser dueños de nuestros propios ingresos y de cómo hacer los gastos.
3.Y mirando al futuro, ¿Cuáles serían los principales retos?
A.T: El más importante para mí es la sostenibilidad, no sólo en términos medio ambientales, también económicos. Nuestras empresas han de ser sostenibles y, por lo tanto, competitivas. Así como referida a la cohesión social, no podemos permitirnos un país con dos o más velocidades para unos y otros, y por lo tanto los equilibrios sociales van unidos a los equilibrios económicos que la Bizkaia del futuro necesita.
- Contamos con elementos positivos y negativos, ¿Cuáles destacarías?
A.T: Dentro de los elementos positivos que me parecen más atractivos de Bizkaia, está nuestra propia dinámica, nuestra cultura de trabajo y de esfuerzo. Es un elemento relativamente común en los vascos, que aprendimos a trabajar (tenemos cierta cultura protestante). Nos sentimos obligados a trabajar, pero sin apropiarnos del fruto de nuestro trabajo, sino que lo ponemos al servicio de la sociedad.
Por otro lado, el atractivo de Bilbao, como capital, no solo de Bizkaia, sino que yo diría de Euskadi (con independencia de la capital administrativa de Vitoria) y del norte de España; y la apuesta por sectores avanzados que van más allá de la industria 4.0. Ya hay que hablar de la 5.0 y de la servitización y hay que hablar de que los países avanzamos con una industria pero que representa la cuarta parte de nuestro PIB y el resto lo tenemos que conseguir con servicios avanzados.
- ¿Te parece que existe actualmente algún proyecto estratégico para el futuro de Bizkaia?
A.T: Siempre son estratégicos, y hoy más, las infraestructuras. Por ejemplo, la llegada del TGV en 2023, que ojalá lo sea; el aeropuerto, el puerto, el conjunto de infraestructuras viarias, la modernización de nuestro territorio; pero otra vez la cohesión social. Nunca podemos dejar de lado como proyecto estratégico de futuro, que Bizkaia sea un territorio cohesionado en lo social. No merece la pena avanzar económicamente si ese avance no se reparte razonablemente.
- ¿En qué deberíamos poner el acento, en aumentar los niveles de riqueza o en repartirlos mejor y mejorar los niveles de protección social?
A.T: Yo lo suelo denominar “competitividad cohesionada”. No podemos olvidar que vivimos en un mundo totalmente globalizado, que si nos dejamos llevar por él nos arrastraría a una lucha salvaje por ser los primeros, y no merece la pena si no somos los primeros en lo social. Y por lo tanto, competitividad para generar riqueza, pero sabiendo que tiene que haber un reparto primario de esa riqueza vía salarios, que no nos podemos permitir precarizaciones mayores; y tiene que haber un reparto secundarios de esa riqueza que seamos capaces de generar con esa competitividad, a través de sistemas fiscales y de presupuestos de gasto, que no solo de ingreso, que sirvan a la cohesión.
- ¿De qué deberíamos disponer de más datos?
A.T: Tanto el Eustat como distintos observatorios de Bizkaia son razonables. Pero suelo echar en falta estudios fiscales, que pongan la mirada en el reparto de la riqueza. Veo muchos estudios de Francia y de otros países europeos que te dicen “el 10% más rico gana de media el 20% más que el 10% más pobre” sin embargo, a través del reparto secundario de la riqueza, con impuestos, cotizaciones y gasto social, consigues que ese 1-20 se convierta en 1-7 o 1-6. Esos datos son los que echo en falta. Siempre tenemos la sensación de que las cuestiones fiscales son las más opacas, y no deberían serlo.
- ¿Qué estudio o análisis te gustaría leer sobre Bizkaia?
A.T: Hay una cosa evidente, y es que Euskadi o Bizkaia necesita ya personal cualificado. No solo de los que nacen, que desgraciadamente son pocos, tenemos de hecho un problema demográfico y al mismo tiempo un problema de envejecimiento (hay que saber utilizar a los mayores para servir a la sociedad bizkaina). Partiendo de que necesitamos inmigración, me gustarían estudios que nos indicasen qué tipo de inmigración necesitamos. Aparte de qué tipo de estudios en jóvenes serian deseables para mejorar la cohesión y la competitividad; ¿cuál es el tipo de inmigrante que necesitamos? Claro que necesitamos gente, aunque sin estudios, para servicios básicos de atención a la comunidad (dependencia o cuidados), pero también necesitamos personas cualificadas. Y no podemos aspirar a tener un país tan diverso en la inmigración, pero tan diferente, de manera que los «Bizkainitos» seamos los listos y los estudiantes; y los inmigrantes solo sirvan para hacer tareas de bajo precio. Tenemos que aspirar a situar bien los niveles de calidad de inmigración que necesitamos.
Muy bien Ángel, muchas gracias por aceptar esta invitación,
Eskerrik asko zuei,