Fiel a su cita semestral, el Fondo Monetario Internacional ha publicado la última edición de su Informe «Perspectivas de la Economía Mundial» (octubre 2020). En el primer capítulo «Perspectivas y Políticas Mundiales«, además de las habituales predicciones sobre el ritmo de crecimiento de los diferentes estados en los próximos años, desarrolla un análisis sobre la creciente desigualdad.
Según este análisis, a partir de la pandemia, la desigualdad de ingresos ha aumentado significativamente
en comparación con los primeros años de la década de 1990 en muchas economías avanzadas.
De acuerdo con los analistas del FMI, esta evolución refleja una combinación de factores, entre ellos, el cambio tecnológico, que exige cualificaciones especializadas y favorece a quienes tienen un mayor nivel educativo, el debilitamiento de los sindicatos, el aumento del poder de las empresas en el mercado laboral, debido a la creciente concentración del mercado y la consiguiente disminución del poder de negociación de los trabajadores, y las modificaciones regresivas de la política tributaria, que han dado lugar a que las tasas marginales de los impuestos sean más bajas para quienes perciben mayores ingresos, a la vez que han reducido los impuestos a las sociedades en los últimos años.
El FMI alerta del reto que afrontarán países como España en los próximos años: deuda elevada, más pobreza, mayor desigualdad y graves retrocesos en la acumulación de capital humano.