EUSTAT ha elaborado la sexta edición de la Cuenta Satélite del Trabajo Doméstico (periodicidad quinquenal), cuyo objetivo fundamental es proporcionar una imagen global de las actividades productivas realizadas por los hogares y estimar el valor económico aportado por dichas actividades, que no se recoge, en su mayor parte, en las estimaciones del Producto Interior Bruto.
Al analizar los datos de estos veinticinco años, destaca el descenso en el porcentaje de participación del valor del trabajo doméstico no remunerado en el PIB, desde el 46,2% de 1993 al 27,7% de 2018. Desde una perspectiva de gémero, la evolución en los últimos 25 años evidencia que, aunque los hombres han incrementado en 12 puntos su participación en el trabajo doméstico, la mujer aún duplica, en 2018, el porcentaje que asume en relación al total del trabajo doméstico no remunerado, y en los últimos cinco años la evolución se ha estancado.
Además, es de destacar que, en todas las actividades analizadas, las mujeres tienen un mayor peso que los hombres. Por funciones, es en el Alojamiento y vivienda (38,0%) y en Proporcionar cuidados y educación (34,7%) donde se evidencia la mayor aportación de los hombres en 2018, seguida de cerca por la función de Proporcionar comida (30,9%), mientras que la menos participada es la de Proporcionar ropa y otros (17,4%).