Ría de Bilbao.


Desde niño he pensado y sentido siempre a la ría de Bilbao como el eje o nervio más ágil y productivo de Bizkaia. Con independencia de su situación geográfica y por ende su intensa cercanía a las minas de hierro; el fenómeno de la ría del Nervión no se puede entender sin conocer su extensa y prolija historia, en la que surgen distintas personas e instituciones que supieron enfrentarse a la realidad consiguiendo crear un ecosistema, transformador de la actividad económica que posibilitó la creación de un emporio económico posiblemente sin parangón alguno en Europa, o al menos uno de los más brillantes e importantes.-

Merece la pena destacar, y de una forma sobresaliente el Consulado de Bilbao y sus Normas auténtico código mercantil que durante siglos reguló las relaciones comerciales de los distintos navieros y mercaderes sujetos a su jurisdicción. La Reina Juana sancionó en 1511 la creación del mencionado Consulado que a lo largo de su dilatada historia –hasta principios del siglo XIX- supo crear un modelo de marco jurídico y siendo a la vez un auténtico motor de la ría, realizando obras, dragando y creando muelles de carga y descarga. Esta mirada al pasado hay que complementarla de forma obligatoria con una referencia al período de final de siglo XIX e inicios del siglo XX.-

En efecto, lo que fue la ría de Bilbao en el siglo XX y en la actualidad se debió no solo a su background que lo tenía y de forma generosa sino también a un puñado de ingenieros auténticos visionarios para su época, los cuales con sus proyectos y obras hicieron un cauce de navegación fácil y seguro (aunque no exento de algunas corrientes). Entre aquellos genios de las estructuras metálicas debemos señalar como uno de sus mejores representantes a Evaristo Churruca Ingeniero de Canales y Puertos que después de una copiosa experiencia en puertos de los cinco continentes se hizo cargo del Puerto de Bilbao, en donde diseñó y dirigió una auténtica joya de la ingeniería portuaria, ”El muelle de hierro de Portugalete” inaugurado en 1887 y que supuso la eliminación de la barra arena que impedía de forma recurrente la realización de una navegación segura.- (Con el único fin de ilustrar, mencionado muelle era visita obligada de muchas Escuelas de Ingeniería hasta muy avanzado el siglo XX)

Una vez efectuadas las evocaciones del pasado y, por qué no sintiendo cierta nostalgia de un pasado ejemplar muy difícil de igualar, nos vamos a centrar de una forma somera al presente y futuro de Bizkaia que como en el pasado pasa por la actuación de las personas, de su atrevimiento para transformar la realidad y de la visión de futuro que puedan tener.-

Ahora, como entonces es elemento esencial la formación, la tenacidad y el empeño de crear nuevas empresas, nuevos métodos de trabajo, liderando los proyectos de futuro, para ello debemos recuperar la figura del empresario verdadero y casi único motor de la creación de riqueza.-

Todos debemos coadyuvar a tal fin, desde los enseñantes, políticos, creadores de opinión, agentes sociales, es una obligación colectiva de recuperar un orgullo compartido de tener una sociedad moderna y próspera, sin olvidar el principal valor de una comunidad, esto es, el desarrollo pleno de una persona en sus distintas facetas.-

Por último, me gustaría mostrar mi apoyo e ilusión en el ambicioso proyecto de la Diputación de Bizkaia, me refiero a la creación de un centro para emprendedores donde no solo puedan desarrollar y ejecutar sus proyectos, sino que también se crea un ámbito interactivo de colaboración, intercambiando ideas y experiencias, con una mirada al resto del mundo, pero con una vocación clara de conseguir una Bizkaia más rica y más justa. Así por lo menos no defraudaremos a los que nos precedieron, los cuales nos dejaron buenos ejemplos a seguir.

Manuel Ardanza Fresno. Presidente Bolsa de Bilbao en Grupo BME