EUSTAT ha actualizado esta semana el «Censo de de población y viviendas», una estadística que maneja fuentes diversas, como recuentos de población decenalmente mediante los Censos de Población y Viviendas, la Estadística de Población y Viviendas en período intercensal y distintas estadísticas municipales (Estadística municipal de habitantes, Estadística municipal de viviendas, Estadística municipal de educación y la Estadística municipal de población activa).
Del análisis del régimen de tenencia por edad de la persona de referencia, entendida ésta como la persona de mayor edad residente en ella, se concluye que, a medida que aumenta la edad, las probabilidades de disponer de vivienda en propiedad son mayores, de forma que entre los menores de 30 años la propiedad es de un 59,7%; entre los 30 y los 44 años aumenta hasta el 74% y concluye en un 92,6% para los de más de 65 años. Consecuentemente, sucede lo contrario en el régimen de alquiler: la tendencia es decreciente con la edad. Entre los más mayores apenas supera el 4,3%, mientras que, por debajo de los 30 años, afecta un tercio de las viviendas (37,6%).
Aunque puede haber razones culturales en esta correlación, sin duda la dificultad de las personas jóvenes en adquirir una vivienda en propiedad queda patente en estos datos.
A nivel territorial, la proporción de viviendas principales en propiedad presenta ligeras variaciones en 2021: en Bizkaia es más frecuente que en los otros dos territorios, abarcando al 85,5% del total de viviendas, frente a un 84,1 % en Álava y un 83,1% en Gipuzkoa.
El sexo de la persona de referencia introduce ligeras variaciones entre las distintas opciones de tenencia: el 86,3% de los hombres dispone de vivienda en propiedad por un 82,4% para las mujeres, invirtiéndose el orden en el caso del alquiler.