Los motores industriales de Francia y Alemania siguen gripados, mientras repunta la economía de los
países del Sur de Europa.
La evolución de la economía global discurre por la senda marcada por la acción de los Bancos Centrales, con una lenta y progresiva moderación de la inflación. De consolidarse esta tendencia positiva, permitirá
probablemente antes de fin de año una bajada de tipos que ayudará a impulsar la recuperación económica.
Los últimos datos de la economía China, que sigue creciendo por debajo de los ritmos habituales y acumula problemas por la elevada deuda acumulada en el sector inmobiliario y por la sobrecapacidad en algunos sectores industriales, generan cierta preocupación. La economía de Alemania, en particular, tiene un elevado nivel de exposición por sus exportaciones a este país.
Se da esta circunstancia, además, en una coyuntura en la que los estados del norte de Europa siguen sin
recuperar plenamente la actividad industrial, mientras que España e Italia están ya en fase de crecimiento. Si a esto se suma el efecto positivo del turismo y de los fondos Next Generation en los países del Sur de Europa, se incrementa esta desigualdad norte-sur.
Euskadi y Bizkaia se sitúan en esta misma tendencia positiva, si bien las últimas previsiones publicadas por el Gobierno Vasco han rebajado la expectativa de crecimiento en 2024 (del 2,1% al 1,9%), y las han mejorado para 2025 (del 1,8% al 2,1%), con una tasa de desempleo del 7% a finales de este año y del 6,6% a finales del 2025. El principal motivo es precisamente la mala evolución de la demanda industrial de países como Alemania y Francia, que concentran una parte significativa de las exportaciones vascas.