Mientras los bancos centrales e instituciones estatales y multilaterales insisten en sus mensajes sobre el carácter coyuntural de alza de costes energéticos, inflación y cuellos de botella en suministros a la industria, los mercados van dando mayor credibilidad en las últimas semanas a un escenario en que estos tres factores pueden prolongarse hasta bien entrado el 2022.
La rápida propagación de la variante omicron, y el regreso de las restricciones, incrementan la incertidumbre sobre la evolución a corto plazo.
En este contexto, la incógnita se centra en la respuesta de las autoridades monetarias, que se debaten entre una subida progresiva de los tipos de interés y la finalización del tapering, o el mantenimiento de medidas de estímulo.
Por lo demás los principales indicadores adelantados de actividad económica para Euskadi y Bizkaia se mantienen estables, con el empleo mejorando en este último período a niveles pre-pandemia.
En el ámbito estatal, la aprobación de los presupuestos del Estado aportará estabilidad, aunque persisten dudas en algunos de los instrumentos fundamentales de aplicación de los fondos europeos Next Generation, que deberían despejarse en los primeros meses de 2022, en los que debería verse el fruto del trabajo desarrollado por empresas e instituciones vascas para sacar el máximo partido de estas ayudas.
Se va consolidando entre los analistas una rebaja en la estimación del crecimiento final de la economía española en 2021. En este sentido se ha sumado la OCDE, que lo sitúa en el 4,5% para este año, en el 5,5% en 2022, y en el 3,8% en 2023.
Informe de Coyuntura DIciembre 2021 Vf