No hay novedades significativas en el escenario central: Europa sigue ralentizando su ritmo de crecimiento (con la industria en clara recesión, con el PMI en claro retroceso), pero sin que todavía parezca tener un impacto directo en el empleo. El Banco Central Europeo mantendrá su política de elevar los tipos, mientras este escenario se mantenga, y la inflación no ceda.
Europa no está sola: el FMI prevé que las economías avanzadas registrarán una desaceleración del crecimiento desde el 2,7% de 2022 hasta el 1,3% en 2023. Las previsiones de primavera de la Comisión Europea indican que en la Eurozona la desaceleración citada será desde un crecimiento del 3,5% en 2022 a un 1,1% en 2023.
Se espera que España destaque por encima en este panorama, por dos motivos fundamentales: la campaña turística del verano (que volverá a batir cifras récord) y el impacto de las inversiones que se esperan como consecuencia de los incentivos que acompañan los fondos Next Generation. Según la Comisión Europea, la desaceleración será desde el 5,5% en 2022 hasta un 1,9% en 2023. En la cuarta semana de junio, el Banco de España ha publicado una previsión de crecimiento del 2,3% para la economía española en el presente ejercicio.
Euskadi queda en una situación intermedia. El peso de la industria nos acerca a las posiciones de bajo crecimiento (o ligera recesión) que ya apuntan en Alemania o Francia para el segundo semestre, mientras que el impacto positivo de la campaña turística estival y los fondos europeos aportan una mejora sobre este escenario base.
Informe de Coyuntura Junio 23