No hay grandes novedades en el escenario previsto para los próximos meses, marcados por la estrategia mantenida de tipos de interés altos de los Bancos Centrales en su lucha contra la inflación, mientras la economía (particularmente el sector industrial en Europa) sigue en una coyuntura de estancamiento o ligera contracción. El buen comportamiento del empleo es el principal argumento para la continuidad en esta situación.
La economía alemana aparece en una encrucijada particularmente compleja, en la que ha anunciado simultáneamente un potente ajuste fiscal y un paquete de estímulos a su industria. El objetivo es reducir la deuda neta, que va a pasar de los 45.000 millones en 2023 a los 16.600 millones, es decir, un recorte de la deuda de más del 50%. Queda ver si estas medidas, que suponen una fuerte reducción del gasto social, son finalmente aprobadas, y también s consiguen relanzar la economía.
También China sigue creciendo por debajo de objetivos, con problemas derivados de su excesivo endeudamiento (particularmente en el sector inmobiliario). El nivel de control del Gobierno no hace esperar una crisis profunda a corto plazo, pero el período de ajuste puede llevar a años de menor crecimiento.
En este contexto, y pendientes del Informe “World Economic Outlook” que presente el Fondo Monetario Internacional esta semana (4 de Octubre), las perspectivas de crecimiento de la economía global seguirán siendo débiles, condicionadas por las políticas monetarias.
En Euskadi, en el contexto de una economía española que está teniendo un mejor comportamiento que la media europea, las últimas previsiones del Gobierno Vasco presentan un horizonte de estabilidad y buen desempeño, con la mirada puesta en la cartera de pedidos de exportaciones de la industria vasca.
Informe de Coyuntura Octubre 23